Pensamiento
Crítico y Posverdad
“La
mentira gana partidas, pero la verdad gana el juego”. Sócrates
Con
frecuencia, se escucha a los expertos en el ámbito educativo afirmar que
existen cuatro competencias esenciales para la presente generación de
estudiantes, las cuales deben desarrollarse con el propósito de que los
discentes sean exitosos en el mundo actual y el que está en proceso de
gestación. Aunque es imposible predecir el futuro, las siguientes capacidades
son fundamentales para el desenvolvimiento de las personas en cualquier
contexto, ya que son medulares para la eficacia en los procesos de interacción
humana y para afrontar cualquier situación de la vida. Estas competencias son:
la comunicativa, la de colaboración, la de pensamiento creativo y la de
pensamiento crítico. Esta última se está viendo amenazada por las prácticas
llevadas a cabo por la posverdad. ¿Qué es el pensamiento crítico y cómo está
siendo atacado su desarrollo por las tácticas de la posverdad, principalmente a
través del ecosistema constituido por el ciberespacio?
De
acuerdo con las Bases de la Revisión y Actualización Curricular (2018),
el pensamiento crítico consiste en el ejercicio de cuestionar los fundamentos
de las ideas propias y ajenas, con la finalidad de promover mayores niveles de
libertad y fomentar el humanismo. Se trata, en esencia, de la práctica
consuetudinaria de analizar la veracidad de las informaciones en las que se
basan los juicios y las opiniones, considerando los intereses de las personas y
los contextos en los que dichas informaciones son emitidas. En otras palabras,
la competencia de pensamiento crítico persigue, por un lado, deconstruir los
mitos de la realidad subjetiva y llegar a la realidad objetiva a través del
análisis y cuestionamiento de nuestros propios juicios y creencias, y, por otro
lado, cuestionar y analizar las informaciones y opiniones emitidas por otros,
tomando en cuenta las fuentes de las que proceden, sus intereses y
comparándolas entre sí.
Por
otro lado, según el Collins English Dictionary, la “posverdad” es “la
desaparición de los criterios objetivos comunes sobre la verdad”. En este
sentido, Naím (2022) explica que la posverdad consiste en la acción de
tambalear los sentidos que los humanos tienen de la realidad; es, en esencia,
la confusión que se produce en nuestros cerebros sobre lo que es verdad y lo
que es mentira.
En
este sentido, los docentes deben prestar especial atención a un fenómeno de la
posverdad que está ganando fuerza entre los estudiantes de los niveles
preuniversitario y superior: la tendencia a llamar conspiranoico a quien aplica
el pensamiento crítico sobre ciertas informaciones, principalmente las
obtenidas en internet. Según el diccionario de la RAE, la conspiranoia es “la
tendencia a interpretar determinados acontecimientos como producto de una
conspiración”. Es importante resaltar que la conspiranoia es una condición real
que afecta a muchas personas. No obstante, los jóvenes estudiantes a menudo se
pierden en la frontera de lo que es un ejercicio del pensamiento crítico y una
condición que consiste en atribuir todo lo que sucede a un plan malévolo de las
élites económicas y políticas para manipular y aprovecharse de las masas. Lo
cierto es que en internet circula un montón de bulos que distorsionan la verdad
con el propósito de enturbiarla y desinformar, manipulando así a las personas.
Un
ejemplo claro se encuentra en las redes sociales, donde con frecuencia se
publican ciertos bulos con la intención de manipular la opinión pública. Los
cibernautas tienen acceso a estos contenidos y, por lo general, tienden a leer
los comentarios de las supuestas personas que han reaccionado a la información
falsa. Como resultado, muchos concluyen que un porcentaje significativo de la población
ya sea local o global, dependiendo del bulo, piensa de una manera determinada.
Sin embargo, no se imaginan que, primero, la noticia no es cierta y, segundo,
que quienes comentan no son más que un ejército de bots programados para
emitir esas opiniones, que suelen ser muy similares, precisamente porque es el
efecto que se busca provocar.
Por
esta razón, los profesores deben abordar este aspecto y crear conciencia en los
estudiantes de que muchos de ellos están siendo víctimas de las malas
intenciones de la posverdad, promovida por manipuladores con agendas que buscan
crear una legión de imbéciles incapaces de identificar la verdad y luchar por
sus propios intereses. Es misión de los educadores orientar a los estudiantes
para que eviten ser manipulados y terminen siendo adoctrinados, haciendo causa
común con acciones que los perjudiquen y los lleven a la autodestrucción.
Considero
que debemos concienciar a nuestros alumnos sobre los peligros de la posverdad y
lo que está sucediendo con las noticias y los comentarios por medio de bots.
Asimismo, sobre la importancia de analizar sus propias creencias, juicios y
opiniones, así como también los de los demás. Con el desarrollo del pensamiento
crítico, los estudiantes comprenden el poder que las masas tienen para evitar
guerras, depredación del medio ambiente, la legalización y consumo de
sustancias nocivas, la implementación de ciertas políticas, el castigo a
transgresores de la ley, la mejora de la calidad de vida, el abuso de poder, el
saqueo del patrimonio del país, etc. Pensar críticamente es la más poderosa
arma para la conquista de mejores condiciones de vida. Es a través de dicha
capacidad que desenmascaramos a los malos y perversos y conocemos a los buenos.
La conciencia crítica es la meta; esta debe ser tanto una intención como una
acción.
Es muy peligroso creer todo lo que se lee o publican en las redes sociales o en la prensa escrita.
ResponderEliminarAsí es.
EliminarEs increíble como la posverdad nos esta manipulando
ResponderEliminarSí, debemos trajar duro con nuestros estudiantes.
EliminarLa posverdad, conocida también como mentira emotiva, implica la distorsión de la realidad primando las emociones y las creencias personales frente a los datos objetivos. Esto implica que quien está en el poder la utiliza a su conveniencia.
ResponderEliminarAsí es, aunque no solo es utilizada por el poder político, también el poder económico, la oposición política y otros poderes.
EliminarExcelente artículo Damian.
ResponderEliminarEntiendo que debemos insistir en fomentar la criticidad en nuestros estudiantes sobre la base de qué leen, escuchan y con quién hablan, ya que son constantemente bombardeados por diversas fuentes. Desafortunadamente parece ser que lo vano, falso y fácil es lo más atractivo de digerir para una gran mayoría de nuestros jóvenes. Qué bueno que la verdad tarde o temprano siempre sale a flote!! Que salga más temprano que tarde dependerá de la preparación propia para poder cuestionar con argumentos lo que lee, oye o escucha.
Así es. Un cordial saludo.
EliminarMuy buen artículo Damian.
ResponderEliminarEsta en nosotros en persiguir y hacer ver a nuestros estudiantes que es el camino correcto y evitar que la falacia nos arrope.
Así es.
EliminarAsí es, pero siempre tratan de distorsionar la realidad.
ResponderEliminarTienes razón.
EliminarInteresante tu análisis bien reflexivo en realidad ese es el horizonte que debemos trabajar hoy en día con los jóvenes el bombardeo en contra del conocimiento de la verdad real de los hechos cada vez es más complejo por el equipo involucrado y destinado a tergiversar la realidad en sí.
ResponderEliminarEl ensayo, la autocrítica la lectura en todas las áreas del saber enriquecerá más nuestros muchachos.
Así es.
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