Vistas de página en total

lunes, 24 de noviembre de 2014


Educación con un Enfoque de Competencias

Damián Francis

             Los expertos en el área de la educación se mantienen en constante búsqueda de métodos y estrategias más eficaces para dar respuesta a las diferentes generaciones, quienes deben ajustarse y preparase para insertarse a un mundo que está en constante cambio. El modelo tradicional de enseñanza nos ha hecho entender que hay que buscar otras opciones para educar a nuestros niños, adolescentes y adultos en los diferentes niveles de educación.  Los resultados de este enfoque han sido desastrosos, ya que el individuo, formado en él, tiene la tradición de aprender de una forma memorística no funcional. En cambio, el nuevo enfoque de educación para el desarrollo de competencias procura que el individuo egresado de los diferentes niveles de educación sea capaz de aplicar todos esos conceptos, procedimientos y valores que se trabajan en la escuela y la universidad de manera eficaz en diferentes contextos.

          Según el nuevo diseño curricular dominicano competencia es: “capacidad para actuar de manera eficaz y autónoma en contextos diversos movilizando de manera integrada conceptos, procedimientos, actitudes y valores.” Es decir que un individuo es competente cuando es capaz de utilizar los conocimientos que ha adquirido en la escuela, en su hogar o en su entorno en diferentes contextos de una manera funcional. De acuerdo al modelo adoptado por el currículo dominicano las competencias pueden ser fundamentales, específicas y laborales.

         Las competencias fundamentales son los ejes centrales que dan el perfil del modelo del actual y futuro  ciudadano que la nación desea. Estas competencias impulsan la formación de personas con una inclinación democrática y reflexiva. Las competencias fundamentales del currículo dominicano son: Competencia Ética y Ciudadana; Competencia Comunicativa; Competencia de Pensamiento Lógico, Crítico y Creativo; Competencia de Resolución de Problemas; Competencia Científica y Tecnológica; Competencia Ambiental y de Salud y Competencia de Desarrollo Personal y Espiritual.

          Con la competencia ética y ciudadana se persigue lograr que los egresados del sistema educativo dominicano sean capaces de valorar su identidad, de reconocer todos los elementos que lo hacen parte de su cultura, promover una cultura democrática donde ponga en práctica la rectitud de sus actos a favor de los intereses que benefician a su nación, modelar y propiciar la equidad, la justicia y la tolerancia. En cuanto a la competencia comunicativa, se requiere que los estudiantes desarrollen la capacidad de utilizar su lengua materna para interactuar de manera eficaz en cualquier contexto, así como también hacerlo en lengua Inglesa y Francesa. Todo estudiante, al egresar del sistema educativo dominicano, debe ser capaz de entender y producir en su lengua.

           Lo que concierne a la competencia de pensamiento lógico, crítico y creativo, el propósito del desarrollo de la misma, es  que la persona sea capaz de pensar de manera lógica al momento que se le presente cualquier situación. Así como también que haga un habito del pensamiento crítico. Esto le permitirá convertirse en un ente generador de cambio.  Otra de las competencias fundamentales del currículo dominicano es la de resolución de problemas, una de las quejas que se ha manifestado del sistema educativo dominicano es la baja competencia que muestran los egresados del nivel secundario  al momento que se les presenta la oportunidad para resolver situaciones. El nuevo enfoque de competencias pretende desarrollar en los estudiantes la capacidad de identificar una situación problemática, documentarse de fuentes de información que les ayude a entender las características del mismo, buscar estrategias idóneas para la posible solución,  evaluar la efectividad de las estrategias y describir el problema al que se ha expuesto el individuo.

          La quinta competencia fundamental del currículo dominicano que deben desarrollar los egresados del sistema educativo dominicano es la científica-tecnológica. El estudiante dominicano debe ser competente en la explicación de ciertos fenómenos y  la utilización de los equipos tecnológicos de la cotidianidad. Con el desarrollo de esta competencia, las personas tienden a tener curiosidad del por qué de ciertos fenómenos naturales y  sociales.

         La sexta competencia es la competencia  ambiental y de la salud. Con ésta se tiene como propósito desarrollar en los estudiantes dominicanos el hábito de cuidar y valorar su cuerpo y su entorno mediante la ingesta de alimentos sanos, la evasión a todo aquello que  pueda perjudicar su higiene física, orgánica y mental.   La séptima y última competencia contenida en el currículo dominicano es la competencia de desarrollo personal y espiritual. Con el desarrollo de esta capacidad, la persona logra valorarse y valorar a otros como persona, reconocen su sexo se aceptan así mismos y aceptan a otros, respetan la diversidad, son tolerantes con los demás, aprenden a tener una sexualidad con responsabilidad, reconocen su dimensión espiritual, reconocen sus errores y aprenden de ellos y se reconocen como individuos.

            En lo que concierne a las competencias especificas, éstas van a depender de cada área del conocimiento,  Si tomamos la competencia comunicativa como ejemplo, encontramos que esta competencia fundamental procura que las personas sean capaces de utilizar su lengua materna y dos lenguas extranjeras para comunicarse de manera eficaz. Las competencias específicas que se desarrollan son: comprensión oral, comprensión escrita, producción oral y producción escrita.
             
            Para que la educación con enfoque de competencia sea posible existen, desde mi óptica, varios aspectos que deben llevarse a cabo: lo primero es que los maestros y maestras deben ser competentes. Desde mi punto de vista, la mejor manera de impactar en los demás es modelando con el ejemplo. Para que los estudiantes dominicanos de los diferentes niveles se sientan motivados en la escuela, sus maestros y maestras deben ser líderes que puedan modelar lo que le enseñan a sus alumnos. Por ejemplo, un maestro de formación humana, debe ser el mejor referente de decencia y tolerancia, un orientador debe dar ejemplo de organización y auto-control, un maestro de español, debe proyectarle a sus estudiantes que hace un buen uso de la lengua tanto de manera oral como escrita y así sucesivamente.
           
               Si un maestro enseña a sus estudiantes a ser competente, esa predica debe verse reflejada en él o ella. Y otro aspecto que ayudaría a ser exitoso, el enfoque adoptado por el estado dominicano, es la utilización de los diferentes medios de comunicación para promover los valores y conocimientos que se enseñan en las escuelas y universidades del país. El trabajo de educar, no sólo es responsabilidad de los maestros y maestras. El impacto de la formación familiar, el entorno y los mensajes que reciben a través  de la radio y la televisión es mucho mayor que el que causan sus maestros.
            
                    Nuestros estudiantes están expuestos a una gran cantidad de mensajes que promueven los valores negativos que se censuran en la escuela. Un buen ejemplo de esto es la lírica de las canciones que más se colocan en la mayoría de las estaciones radiales del país. Mientras en la escuela se promueve la equidad de género, mediante la música se promueve la vejación a la mujer, en la escuela se promueve el trabajo honrado, mediante la música se promueve el dinero fácil.
           
           Considero que para lograr la meta de que nuestros nacionales y ciudadanos sean competentes debe haber coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. La clave está en los modelos que los estudiantes tienen. El gran problema de la educación dominicana es la motivación de los estudiantes. Es difícil lograr desarrollar competencias si ellos  no valoran los conceptos,  procedimientos y valores que son importantes para que  puedan abrirse paso en un mundo que cada día les exige más preparación.