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martes, 10 de diciembre de 2013


Las Cuatro Reglas del Método de René Descartes

Damián Francis
Las cuatro reglas del método Cartesiano son las que rigen los principios de un método que fue creado con la finalidad de dar respuesta a una necesidad de la época. Las principales fuentes de conocimiento de entonces, dígase la ciencia y la religión pasaron por una fase de descrédito, debido a algunas incongruencias que estas experimentaron, específicamente,  en el siglo XVI.
 Estas cuatro reglas son: la regla de la evidencia, ésta consiste en no dar por verdadero algo con lo que no contamos con ninguna evidencia, esta regla, sin duda, se extrapola a la actitud que debe adoptar todo individuo en su vida. A diario se puede observar a las personas ordinarias y muchas veces a profesionales que dan por cierto todo lo que escuchan sin tener ninguna evidencia.
 La segunda es la regla del análisis. Esta consiste en dividir en su mínima expresión las dificultades que se examinan en la mayor parte que sea posible. Someter al análisis lo investigado, o sea descomponer un todo en cada una de sus partes,  le proporciona al investigador un entendimiento más amplio del fenómeno tratado. La tercera es la regla de la síntesis. Esta regla consiste en abordar los fenómenos de lo más simple a lo más complejo. Esta idea de Descartes es estupenda, debido a que partir de lo más simple a lo más complejo le permite al investigador visualizar de manera más clara el fenómeno investigado.
 Y la cuarta regla es la comprobación. En esta fase se revisa que no haya ningún error en el proceso. Con esto se persigue que los resultados de lo investigado sean constantes. Con esta cuarta y  última regla, Descartes logra que su método trascienda y desde mi punto de vista lo convierte en uno de los métodos de investigación más confiables.    

 Desde mi óptica, considero que las cuatro reglas antes mencionas son un gran aporte a la ciencia. Descartes con su interés de crear un método que al aplicarse se puedan obtener resultados constantes nos ha dejado un gran legado. Las cuatro reglas del método, cuando las aplicamos en nuestras vidas también nos ayudan a ser mejores profesionales, por ejemplo: si comenzamos a sólo dar por hecho aquello que tenemos evidencia, si aprendemos a hacer análisis a las situaciones que encontramos en nuestros caminos y si aprendemos a sintetizar y comprobar los fenómenos que nos dan curiosidad.  

lunes, 2 de diciembre de 2013


Dimensión Ética de la Investigación Científica

Damián Francis.

En la práctica de investigación hay un factor que todo aquel que hace carrera en ella debe tomar en cuenta, a lo que me refiero es al aspecto ético de la investigación científica. Es un compromiso de todo investigador reconocer que con su trabajo puede afectar a otras  personas y es importante saber que no es ético cuando nuestro proyecto de vida nos degrada como individuos a través de la publicación de estudios pseudocientíficos o cuando  dañamos a otros. Es deber del investigador ser objetivo, tener una actitud moral, ser abierto al conocimiento, no ser dogmático, pero sí reflexivo, autocrítico, respetuoso y metódico.

El compromiso de poner la dimensión ética por encima de todo es de vital importancia en la investigación científica debido a que la mayor parte de la población mundial sólo maneja datos, un bajo porcentaje de la misma tiene información y un grupo muy reducido es el que tiene el conocimiento. Es por esta razón que la mayoría cree todo lo que escucha o lee, no todos tienen la capacidad de reconocer las fuentes de información que son confiables y las que no.

Es común ver como las personas dan por válido cualquier comentario que escuchan en la calle,  por televisión o por radio. Cuando un investigador es subjetivo y se atreve a falsear los resultados de su investigación está faltando a los principios éticos que deben regir su práctica y se convierte en un criminal del conocimiento y un irrespetuoso de la ciencia.

Creo que en la investigación científica debe reinar la inspiración de contribuir a la construcción de un mundo mejor, donde todos tengamos derecho al conocimiento basado en la verdad, donde las personas adquieran una mejor calidad de vida como resultado de aportes proporcionados por la investigación científica seria y apegada a la ética.