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domingo, 16 de abril de 2017

Competencia Ética y Ciudadana en el Sistema Educativo Dominicano

Damián Francis
    Uno de los propósitos de la educación en estos tiempos es formar individuos integrales capaces de ser ciudadanos del mundo. Personas con principios democráticos, respetuosos y defensores de los derechos humanos y los valores universales. La pregunta sería si esa tarea representaría un gran o un pequeño reto para los dominicanos. Si observamos y analizamos con detenimiento algunas conductas y actitudes de nuestros nacionales, será posible identificar qué tan grande es la necesidad de desarrollar la competencia ética y ciudadana en la generación de estudiantes que está asistiendo a nuestros centros educativos y universidades, si partimos del hecho que no existe una conciencia ética ciudadana en el país.
      Según información obtenida de las bases de la revisión y actualización curricular (2016), la competencia ética y ciudadana tiene como finalidad desarrollar en los estudiantes la capacidad de relacionarse con otros de una manera respetuosa, justa y equitativa en los ámbitos: personal, social, e institucional. Así como también, individuos capaces de cuestionar de manera crítica las acciones que violenten los derechos humanos, los valores universales y los principios democráticos. La competencia ética y ciudadana se aborda a lo largo de los tres niveles de dominio de educación en la República Dominicana, dependiendo la etapa de desarrollo de los estudiantes. Para el Nivel Inicial, nivel de dominio uno; para el Primario, nivel de dominio dos y para el Secundario, nivel de dominio tres.
     Los niños y niñas en el nivel de dominio uno son educados para que sean capaces de relacionarse con otros con respeto, armonía y sentido de igualdad. Este es un valor que debe ser trabajado a profundidad, ya que  no es asumido por los modelos que tenemos de referencia en la actualidad, dígase: políticos, empresarios, comunicadores sociales, maestros, doctores, choferes, policías, etc. Todos sabemos qué es el respeto y lo esperamos de los demás, pero no lo asumimos con nuestros semejantes. La mayoría de dominicanos cree que el respeto sólo aplica para las personas con mayor o igual jerarquía, por ejemplo, los docentes piensan que los estudiantes deben tratarlos con respeto por ser ellos sus profesores. Sin embargo, estos últimos consideran tener el derecho para humillar e irrespetar a sus discentes y lo cierto es que hay que respetar para ser respetado, siempre se espera que el docente sea un referente de educación. Por otro lado se observa a los policías conducir de manera temeraria y son los primeros que irrespetan las señales de tránsito sin justificación alguna.
     Otro aspecto a desarrollar en nuestros niños desde el primer nivel de dominio es la capacidad de identificar sus necesidades, sus intereses y algunos de sus derechos y deberes. Una de las grandes debilidades que tenemos como sociedad es el desconocimiento de nuestros derechos y deberes como ciudadanos. El país vive en un absurdo inexplicable. Un buen ejemplo es cuando un ciudadano visita una institución pública en búsqueda de cualquier servicio. Las personas que el estado contrata parecen no saber que los ciudadanos merecen respeto y que el servicio que reciban debe ser de calidad. En la cultura dominicana está muy arraigado el favoritismo y tráfico de influencias. Con el desarrollo de la competencia ética y ciudadana, el futuro ciudadano será capaz de reflexionar y actuar con justicia, valorar la igualdad y tratar a los demás como quiere ser tratado. La tolerancia es también uno de los valores a trabajar con los niños del nivel Inicial. Se llevan a cabo acciones para que estos se reconozcan como parte de un grupo con identidad propia que tiene similitudes y diferencias dentro de su propia cultura y con otras.
     Un componente esencial a trabajar con los niños y niñas del nivel inicial es que sean capaces de involucrarse en la creación de normas de convivencia y respetar las ya establecidas. Existe una necesidad enorme de trabajar ese aspecto de manera seria en las escuelas. Si se realiza un recorrido, se observa y se analiza como están organizadas las personas en los diferentes barrios de Santo Domingo, se concluiría con que se debe trabajar profundamente para que las personas aprendan a vivir en sociedad. No es extraño escuchar varios radios con música alta, vecinos haciendo fiesta en una acera que no es la suya, vehículos estacionados en frente ajeno, aceras invadidas por vendedores, talleres de toda índole, etc. Se tiene la esperanza que los egresados del sistema educativo dominicano en cinco o seis años superen esas debilidades que tenemos en la actualidad.   
     En lo relacionado al nivel de dominio dos, el cual corresponde al Nivel Primario en sus dos ciclos. Se espera que los estudiantes al finalizar esta etapa de su educación sean capaces de reconocerse como miembros de una cultura, un proyecto de nación y como personas parte de una aldea global. Si se trabaja este componente con seriedad y conciencia desde las aulas de los centros educativos del país lograremos desarrollar una generación de personas capaces de amar a su país, cuidarlo y respetarlo con sentido de pertenencia. Personas con la conciencia de que el país somos todos y que tenemos la responsabilidad de involucrarnos en todas las acciones que vayan en beneficio de hacer una patria grande, democrática y justa. 
      Otro componente importante de la competencia ética y ciudadana en este nivel de dominio es que se espera desarrollar en los estudiantes la capacidad de  evaluar las prácticas sociales e institucionales en el devenir histórico y en el presente, haciendo énfasis en que los alumnos identifiquen los avances y retrocesos experimentados en la democracia dominicana; así como también que puedan reconocer las prácticas de exclusión y discriminación de índole social, cultural y de género;  en este componente, los estudiantes son llamados a identificar las intenciones contenidas en los mensajes publicitarios, ya sea televisivos, radiales o en las redes sociales, entorno dentro del cual, los niños y jóvenes frecuentan por largo tiempo.
     En los más de cincuenta años de vida democrática en la República Dominicana no se ha logrado desarrollar en los individuos una conciencia en ese sentido. Si se realiza un análisis del perfil dominicano, se llegaría a la conclusión de que se debe trabajar mucho en esa dirección.  Si se toma como ejemplo las aulas de los centros educativos en todos los niveles, en los que se incluyen las  universidades, se podrá notar  conductas autoritarias impresionantes. Un porcentaje altísimo de docentes se comporta como dictadores. A los estudiantes no se les escucha, no se les permite expresar lo que sienten. El maestro se sigue viendo como la persona con la verdad absoluta, cuando un estudiante contradice lo que el profesor plantea, entonces, el docente busca los medios de aplastarlo. Con el desarrollo de la competencia ética y ciudadana, el maestro entenderá que los estudiantes son el centro de toda la actividad educativa y se le debe permitir: hacer, pensar y  expresar sus convergencias y divergencias, claro, es labor del maestro orientar para que estos lo realicen con asertividad. En ese aspecto es que el maestro debe enfocarse, en concienciar a los estudiantes en que deben expresar lo que piensan y sienten, pero de manera respetuosa.
     Los niños, adolescentes y jóvenes están expuestos a mucho contenido que promueve antivalores y mensajes alejados de la verdad, utilizados para manipular. Con el desarrollo de la competencia ética y ciudadana en este nivel de dominio se procura que los estudiantes adquieran la habilidad    de identificar las intenciones de los mensajes publicitarios, de las canciones e información que circula en las redes sociales que promueve antivalores. En este nivel se espera que los estudiantes desarrollen una conciencia para identificar las prácticas autoritarias, la discriminación, el abuso de poder y sean capaces de defender de manera asertiva sus derechos y los de otras personas, así como también respetar las normas, cumplir con sus deberes y ser capaces de trabajar de manera cooperativa en búsqueda del bien común.
     En el nivel de dominio tres se procura que los estudiantes adquieran la conciencia de reconocerse como parte de una cultura y un proyecto de nación; así como también convertirse en un ente promotor de la democracia, la equidad de género,  la justicia y los derechos humanos. Se espera que el joven que cursa el Nivel Secundario alcance un estado de refinamiento de los aspectos trabajados en los Niveles: Inicial y Primario en lo concerniente a su visión y comportamiento en la sociedad.

      Para que sea posible el logro del perfil de egreso de los estudiantes en los diferentes niveles de educación es necesario mucho compromiso. Se necesita llevar a los maestros a una fase de refinamiento mediante un continuo proceso de reflexión y acción. Los docentes deben ser los principales promotores, claro con sus actos no sólo en el discurso, de respeto; de tolerancia; de democracia; de defensa de los derechos humanos; de colaboración, de asertividad; de amor y respeto a la patria. Lamentablemente no se puede pedir a los padres y a los demás actores de la sociedad que realicen esa función porque si se juzga por el comportamiento que exhiben, no harían más que reproducir lo que tenemos, que es precisamente todo lo contrario de lo que se persigue alcanzar.   

2 comentarios:

  1. Bien hecho y muy interesante. Pienso que un proceso como hemos realizado en las exploraciones de práctica sería útil para ayudar a los profesores que reflexionen acerca de los valores que están transmitiendo en su docencia. En mi país, no es común tener estándares como de ética y ciudanía. Nuestros estándares son limitados a las destrezas cognitivas y el aprendizaje del contenido. Prefiero el sistema dominicano.

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    1. Muchas gracias Meg por tu comentario, lo aprecio y valoro mucho. Un saludo afectuoso.

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