Educación con un Enfoque de
Competencias
Damián Francis
Los
expertos en el área de la educación se mantienen en constante búsqueda de
métodos y estrategias más eficaces para dar respuesta a las diferentes
generaciones, quienes deben ajustarse y preparase para insertarse a un mundo
que está en constante cambio. El modelo tradicional de enseñanza nos ha hecho
entender que hay que buscar otras opciones para educar a nuestros niños,
adolescentes y adultos en los diferentes niveles de educación. Los resultados de este enfoque han sido
desastrosos, ya que el individuo, formado en él, tiene la tradición de
aprender de una forma memorística no funcional. En cambio, el nuevo enfoque de
educación para el desarrollo de competencias procura que el individuo egresado
de los diferentes niveles de educación sea capaz de aplicar todos esos
conceptos, procedimientos y valores que se trabajan en la escuela y la
universidad de manera eficaz en diferentes contextos.
Según el nuevo diseño curricular
dominicano competencia es: “capacidad para actuar de manera eficaz y autónoma
en contextos diversos movilizando de manera integrada conceptos,
procedimientos, actitudes y valores.” Es decir que un individuo es competente
cuando es capaz de utilizar los conocimientos que ha adquirido en la escuela,
en su hogar o en su entorno en diferentes contextos de una manera funcional. De
acuerdo al modelo adoptado por el currículo dominicano las competencias pueden
ser fundamentales, específicas y laborales.
Las
competencias fundamentales son los ejes centrales que dan el perfil del modelo
del actual y futuro ciudadano que la nación desea. Estas competencias
impulsan la formación de personas con una inclinación democrática y reflexiva.
Las competencias fundamentales del currículo dominicano son: Competencia Ética
y Ciudadana; Competencia Comunicativa; Competencia de Pensamiento Lógico,
Crítico y Creativo; Competencia de Resolución de Problemas; Competencia
Científica y Tecnológica; Competencia Ambiental y de Salud y Competencia de
Desarrollo Personal y Espiritual.
Con la competencia ética y ciudadana
se persigue lograr que los egresados del sistema educativo dominicano sean
capaces de valorar su identidad, de reconocer todos los elementos que lo hacen
parte de su cultura, promover una cultura democrática donde ponga en práctica
la rectitud de sus actos a favor de los intereses que benefician a su nación,
modelar y propiciar la equidad, la justicia y la tolerancia. En cuanto a la competencia
comunicativa, se requiere que los estudiantes desarrollen la capacidad de
utilizar su lengua materna para interactuar de manera eficaz en cualquier
contexto, así como también hacerlo en lengua Inglesa y Francesa. Todo
estudiante, al egresar del sistema educativo dominicano, debe ser capaz de
entender y producir en su lengua.
Lo que
concierne a la competencia de pensamiento lógico, crítico y creativo, el
propósito del desarrollo de la misma, es
que la persona sea capaz de pensar de manera lógica al momento que se le
presente cualquier situación. Así como también que haga un habito del
pensamiento crítico. Esto le permitirá convertirse en un ente generador de
cambio. Otra de las competencias
fundamentales del currículo dominicano es la de resolución de problemas, una de
las quejas que se ha manifestado del sistema educativo dominicano es la baja
competencia que muestran los egresados del nivel secundario al momento que se les presenta la oportunidad
para resolver situaciones. El nuevo enfoque de competencias pretende
desarrollar en los estudiantes la capacidad de identificar una situación
problemática, documentarse de fuentes de información que les ayude a entender
las características del mismo, buscar estrategias idóneas para la posible
solución, evaluar la efectividad de las
estrategias y describir el problema al que se ha expuesto el individuo.
La quinta competencia fundamental del
currículo dominicano que deben desarrollar los egresados del sistema educativo
dominicano es la científica-tecnológica. El estudiante dominicano debe ser
competente en la explicación de ciertos fenómenos y la utilización de los equipos tecnológicos de
la cotidianidad. Con el desarrollo de esta competencia, las personas tienden a
tener curiosidad del por qué de ciertos fenómenos naturales y sociales.
La sexta competencia es la competencia
ambiental y de la salud. Con ésta se
tiene como propósito desarrollar en los estudiantes dominicanos el hábito de
cuidar y valorar su cuerpo y su entorno mediante la ingesta de alimentos sanos,
la evasión a todo aquello que pueda
perjudicar su higiene física, orgánica y mental. La séptima y última competencia contenida en
el currículo dominicano es la competencia de desarrollo personal y espiritual. Con
el desarrollo de esta capacidad, la persona logra valorarse y valorar a otros
como persona, reconocen su sexo se aceptan así mismos y aceptan a otros,
respetan la diversidad, son tolerantes con los demás, aprenden a tener una
sexualidad con responsabilidad, reconocen su dimensión espiritual, reconocen
sus errores y aprenden de ellos y se reconocen como individuos.
En lo que concierne a las
competencias especificas, éstas van a depender de cada área del
conocimiento, Si tomamos la competencia
comunicativa como ejemplo, encontramos que esta competencia fundamental procura
que las personas sean capaces de utilizar su lengua materna y dos lenguas
extranjeras para comunicarse de manera eficaz. Las competencias específicas que
se desarrollan son: comprensión oral, comprensión escrita, producción oral y
producción escrita.
Para
que la educación con enfoque de competencia sea posible existen, desde mi
óptica, varios aspectos que deben llevarse a cabo: lo primero es que los
maestros y maestras deben ser competentes. Desde mi punto de vista, la mejor
manera de impactar en los demás es modelando con el ejemplo. Para que los
estudiantes dominicanos de los diferentes niveles se sientan motivados en la
escuela, sus maestros y maestras deben ser líderes que puedan modelar lo que le
enseñan a sus alumnos. Por ejemplo, un maestro de formación humana, debe ser el
mejor referente de decencia y tolerancia, un orientador debe dar ejemplo de
organización y auto-control, un maestro de español, debe proyectarle a sus
estudiantes que hace un buen uso de la lengua tanto de manera oral como escrita
y así sucesivamente.
Si un maestro enseña a sus
estudiantes a ser competente, esa predica debe verse reflejada en él o ella. Y
otro aspecto que ayudaría a ser exitoso, el enfoque adoptado por el estado
dominicano, es la utilización de los diferentes medios de comunicación para
promover los valores y conocimientos que se enseñan en las escuelas y universidades
del país. El trabajo de educar, no sólo es responsabilidad de los maestros y
maestras. El impacto de la formación familiar, el entorno y los mensajes que
reciben a través de la radio y la
televisión es mucho mayor que el que causan sus maestros.
Nuestros estudiantes están
expuestos a una gran cantidad de mensajes que promueven los valores negativos
que se censuran en la escuela. Un buen ejemplo de esto es la lírica de las
canciones que más se colocan en la mayoría de las estaciones radiales del país.
Mientras en la escuela se promueve la equidad de género, mediante la música se
promueve la vejación a la mujer, en la escuela se promueve el trabajo honrado,
mediante la música se promueve el dinero fácil.
Considero que para lograr la meta de que
nuestros nacionales y ciudadanos sean competentes debe haber coherencia entre
lo que se dice y lo que se hace. La clave está en los modelos que los
estudiantes tienen. El gran problema de la educación dominicana es la
motivación de los estudiantes. Es difícil lograr desarrollar competencias si
ellos no valoran los conceptos, procedimientos y valores que son importantes para que puedan abrirse paso
en un mundo que cada día les exige más preparación.
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